Marcar la diferencia

Al final de todo, cuando vuelves la vista atrás, lo único que cuenta es la diferencia.
Pero las diferencias no se marcan de golpe, hay que ir poco a poco, paso a paso, distancíandote de tus rivales en cada gesto.
Tras el partido de ayer, la diferencia fueron 17 puntos, o 3 goles, o un equipo roto y desecho contra otro eufórico, de juego vivo y espectacular. Pero, ¿dónde empezó todo? Ayer, como muchas otras veces esta temporada, la diferencia la marcó Casillas.
En el minuto 12, Raul recoge un balón trastabillado de Guti en la frontal de área y sin tiempo para controlar, conecta un zurdazo ajustado a la base del palo derecho de Valdés. La estirada de éste fue insuficiente y el balón acabó alojado en la red tras lamer el poste. En la recta final del encuentro, Messi realizó una gran jugada sorteando un par de rivales, llegó a la frontal de área y disparó ajustado al palo derecho de la portería de Casillas. Cuando parecía imposible, el meta madridista estira su mano y salva el gol.
La jugada fue exactamente igual en ambas áreas. Casillas atajó, Valdés no.

Por lo demás, el Clásico fue sólo morbo, nada más. 4 días de comentarios para 15 segundos de pasillo y a otra cosa. Raúl acertó en la primera que tuvo, poniendo el cierre a su mejor temporada desde hace años. A partír de ahí, el Barça se desvanceió, ayudado por su defenesa y sobre todo por su entrenador. Una vez más Rijkaard equivocó la lectura del partido, sobre todo tras dar entrada a Giovani en detrimento de Gudjohnsen. En demasiadas ocasiones el entrenador culé ha errado metiendo a "peloteros" (Ej.I - Ej II) pero olvidándose de que para que estos jueguen hay que darles la pelota. El Barcelona perdió fuerza en el centro del campo y el Madrid campó a sus anchas. En ataque estático, tocando su mucha presión; y a la contra, con todo el campo para jugar.

Poco más se puede sacar del partido. El Madrid sentención en dos jugadas a balón parado (con cierta ayudita arbitral, que no hubiera influido en el resultado final) y una contra. El Barça deambuló por el campo a la espera de que una jugada de Messi o Bojan (bastante fallón este útlimo) maquillara el resultado. Al final fue Henry, con una magistral definición, quien marcó el del honor. Por cierto, que a pesar de salir en el 23' de la primera, Giovani no hizo nada destacable de citar.

El resumen de todo: este partido no merece llamarse clásico. No tuvo tensión en ningún momento. El Madrid lo tenía todo ganado y el Barcelona parece que no se jugase el segundo puesto. Creo que no he visto un Madrid-Barça tan relajado y falto de emoción como este.

(Pd: A ver si alguno de los culés escribé post sobre el pasado, presente y futuro del barça tras esta temporada, porque ya no se por dónde van a ir los tiros...)

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